martes, 9 de marzo de 2010

En el Salón Enigma de Río de Janeiro

Seis anos atrás, Salete de Carvalho começou a pintar. "Era um passatempo", diz. Seus quadros coloridos com paisagens do Rio logo chamaram a atenção, apesar de expostos só nos fundos da barbearia do marido, na Rua do Lavradio. Desde janeiro, três telas de Salete integram o acervo do Museu Internacional de Arte Naïf.


En el Salón Enigma

Descubrí el Salón Enigma en noviembre del año pasado, lo descubrí recorriendo junto a Angélica la feria de la rua de Lavradio en la Lapa en Río. Rua do Lavradio, calle de anticuarios, de casas antiguas, de cascarones de casas, calle empedrada, casas con estrechos balcones, con puertas talladas, con frisos rococó de yeso, con esculturas escondidas en sus fachadas...

El Salón Enigma es una antigua Barbería en Río, el barbero es don Mario, el salón es también una galería llena de enormes, pequeños, cuadrados, redondos, ovales, con huecos, sin huecos, cuadros pintados donde aparecen compulsivamente casitas y personitas sonrientes. Un teléfono pintado con personitas, una enorme tabla pintada, una mesa totalmente pintada y Angélica y yo no nos resistimos y nos metimos en ese Enigma...o eso fue lo que creímos.

Marzo de 2010, de vuelta por Río de Janeiro, primer sábado de marzo, feria de la rua de Lavradio. Andaba recorriendo la feria con un amigo cuando el cielo de las 6 de la tarde se torno repentinamente, violeta oscuro. Gruesos goterones comenzaron a llover. Le pregunté a mi amigo si conocía el Salón Enigma, me dijo que no, entonces no me aguanté y lo hice entrar en esa maravillosa barbería atendida por don Mario y que también es la galería de arte de Doña Salette, su esposa, la pintora compulsiva.

A los 5 minutos de estar en el Salón Enigma empezó a caer un diluvio, nada raro en marzo de río de janeiro (sino les recuerdo la canción aguas de marzo)...
http://www.youtube.com/watch?v=xRqI5R6L7ow

El cielo se llovía con furia y el viento empezó a soplar con fuerza. Mi amigo y yo acordamos esperar a que la lluvia disminuya para salir; en ese momento algunos vendedores de la feria empezaron a entrar corriendo al Salon Enigma cargando como podían su mercadería, tratando de salvar del agua los objetos delicados...la lluvia aumentaba, la gente empezó a correr por la calle que se iba inundando, la lluvia, cada vez más furiosa, se empezó a meter por las goteras dentro del Salón Enigma, más lluvia, más gente corriendo y gritando, más lluvia, más gente salvando sus cosas dentro del Salón Enigma, más lluvia, más lluvia, el agua ya no corría más.. el nivel e]del agua aumentó rápidamente mientras hablabámos y hablabámos y nos acomodábamos en el salón enigma... y cuando nos dimos cuenta estábamos frente a un lago, la calle se había convertido en un lago y la lluvia ya no caía tan fuerte....

Descansamos un instante, luego empezamos a conversar, todos a la vez...Don Mario contaba que él vino hace 50 años de Calabria en Italia, que ha criado a todos sus hijos en esa casa, que siempre ha sido barbero, que ha trabajado por todo Río de Janeiro, nos presentó a Doña Salete, su esposa, la pintora, esa maravillosa que todo lo pinta. Don Mario repetía que en 50 años nunca había vivido una lluvia como esa, los demás me preguntaban si así era en Chile –les repetí que soy peruana-, y contábamos otras historias mientras nos ayudábamos a secarnos, a secar las cosas, sabiendo que esta lluvia estaba seria y que seguro no saldríamos tan rápido de esa....

Conversabámos y conversábamos, varias charlas paralelas, nos acomodámos como podíamos en el Salón Enigma, los 5 hijos de Don Mário y su nietita estaban también, risas por un lado, pedido de oraciones por otro, agradecimientos, bromas, miradas cómplices, rostros preocupados, pero todo alto, en alto volumen como es en Brasil. Era genial....éramos un grupo de desconocidos todos juntos en el Salón Enigma....
...le dije a mi amigo, esto resultaría en una historia genial! Le entusiasmó la idea...más aún cuando le dije que toda esta situación podría convertirse en un pequeño documental sobre las historias privadas que ocurren durante la lluvia, historias que van más allá de los datos sobre el tránsito, los apagones, la gente que se quedó varada o los desastres –terrible cuando esto sucede-. Se me ocurrió contar lo que nos estaba sucediendo. Entonces mi amigo sacó su celular-juguete, con cámarita incorporada...

Empecé a filmar a nuestros acompañantes y cuando Teresa, una de las vendedoras refugiadas, se dió cuenta de mi cámara...reunió a todos en una ronda y empezó a recitar un poema de la Madre Teresa de Calcuta, luego me recitó uno solo a mí (a la cámara, para que me lleve un lindo recuerdo a mi país). Don Mario contó más historias de lluvia, de la barberia y de Río de Janeiro y la gente se acostumbró a mi aparatito, fui registrando sus voces, sus gestos, sus movimientos y los ruidos de la calle, las luces tenues por la lluvia, la inundación, la gente andando con el agua hasta las rodillas, el carrito de Pop Corn con su luz encendida -fantasmal atravesando la calle-, las luces de la ciudad a través de la lluvia y cuando mi amigo y yo decididmos enfrentar el lago y buscar su carro –rogando que no esté flotando por algún lugar- la lluvia se largó de nuevo...más fuerte, más abundante, más furiosa....

En nivel del agua aumentaba amenazadoramente, temimos que suba hasta entrar al Salón Enigma...los carros originaban olas a su paso...desde dentro del salón enigma gritábamos, jet ski!!!, tiburón! ballena! submarino!....cuando escuchamos un grito...
Carotaxi! 10 reales! Carotaxi!

Era el hijo de Don Mario, empapado empujando gritón, guatón y sonriente un carrito de supermercado que se había encontrado varado....él ofrecía taxi en el carrito a donde sea por 10 reales.....y la gente le empezó a pagar para que transporte las cosas que se les habían quedado varadas....la lluvia disminuyó, las risas regresaron, la preocupación también.....

Mi amigo se atrevió a buscar su carro, lo encontró...me vino a buscar para enfrentar el agua y salir de allí...pero antes de irme me quedé un rato con los vendedores guarecidos en el Salón Enigma, ellos no sabían que harían, cómo salir de allí? No habían taxis, no se sabía como estaba el resto de la ciudad, solo les restaba esperar y se notaba que Don Mario y su familia los alojarían hasta que....hasta que puedan salir....

Nosotros nos íbamos, el carro estaba a salvo y todavía debíamos mojarnos un poco más, nos despedimos con abrazos, deseándonos suerte...prometimos volver...le dije a mi amigo que teníamos que regresar con ese video....nos volvimos a desear toda la suerte del mundo (les confieso que a mi me dio una penita...) y la total sensación que me estaba perdiendo más historias ocurridas en el Salón Enigma.....

Y para saber como estuvo Río el domingo de lluvia furiosa....ese video es cerquita de donde yo estaba......y cuando esté listo el video del salón enigma se los paso...

http://www.youtube.com/watch?v=gbkl5FgvxyI

Pd. Lo que no conté es que el Salón Enigma es un lugar de resistencia, o eso fue lo que sentí en esa antigua barbería-galería de arte, en ese entrañable lugar mantenido, protegido y preservado por Don Mario de Calabria y su familia. Al lado del Salón Enigma queda el Río Scenarium, una sofisticada casa de samba y otros espectáculos de la ciudad...un lugar inmenso y lujoso, lleno de sofisticadas e impresionantes antiguedades y objetos.....y que sin embargo no guarda los misterios del Salón Enigma.....

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