martes, 28 de diciembre de 2010

Canudos: as cidades submersas. A profecia do sertão-mar, do mar-sertão


Foto de Evandro Teixeira, 100 anhos de Canudos. Houve una terrível seca nos 90s no sertão de Canudos, as ãguas do açude do Cocorobó desceram tanto que apareceram as ruinas da segunda Canudos, na foto a entrada do Cemitério.


Canudos: as cidades submersas. A profecia do sertão-mar, do mar-sertão

En 1900 se apagarían las luces y lloverían estrellas. Pero, antes, ocurrirían hechos extraordinarios. Un silencio seguía a su voz, en el se oía crepitar las fogatas y el bordoneo de los insectos que las llamas devoraban, mientras los lugareños, conteniendo la respiración, esforzaban de antemano la memoria para recordar el futuro. En 1896 un millar de rebaños correrían de la playa hacia el sertón y el mar se volvería sertón y el sertón mar. En 1897 el desierto se cubriría de pasto, pastores y rebaños se mezclarían y a partir de entonces habría un solo rebaño y un solo pastor. En 1898 aumentarían los sombreros y disminuirían las cabezas y en 1899 los ríos se tornarían rojos y un planeta nuevo cruzaría el espacio.

La Guerra del Fin del Mundo, Mario Vargas Llosa

Tenía 20 años cuando leí por primera y única vez La Guerra del Fin del Mundo y desde esas noches húmedas de Lima en el cuarto de la casa de mis padres quise fervientemente recorrer ese sertón del que MVLL hablaba, donde ocurrió la guerra del fin del mundo.

Então quis fervientemente vir para o Brasil, me encontrar com os leões de natuba, as juremas, os pajeús, os jornalistas miopes, o conselheiro. Primeira viagem: aconteceu dois anos depois desse desejo, o mais próximo que estive do sertão foi Salvador Bahia (muito longe ainda). Segunda viagem: estudar em Recife. Cheguei no Rio de Janeiro e peguei um São Geraldo até Recife, no caminho posso jurar que vi um cartaz na estrada: uma seta que indicava o caminho para Canudos (pensei...estou perto). Desde aquele então muitas viagens se sucederan pois comecei a dividir a minha vida entre Perú e Brasil. O retorno: 2009 estive perto. Conheci no Mercado Modelo um grupo de cordelistas canudenses, além de recitar seus córdeis me tendo como público exclusivo, me mostraram fotos de Canudos, album velho. A vontade renascia, a lembrança também. O 2010 termina e escrevo neste quente dezembro desde Canudos (verdadeiramente quente), desde o Memorial Antônio Conselheiro.

En Recife imaginaba los leones de natuba, as juremas, os pajeús en las historias del cangado que también me interesan. Recife significó una revolución en mi experiencia de Brasil, experiencia que aún no me alcanza, con la que aún no me encuentro. Esta vez me internaré en el interior de Pernambuco. En las calles encontraba a los conselheiristas, imaginaba a las gentes sus descendientes, sin embargo sus ojos no ardían.

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